martes, 29 de julio de 2008

GAME OVER... Sólo un par de tetas en la carátula...


Crítica y comparativa entre versiones (Dinamic, 1986)

Cómo calificar a un juego que me engañó desde antes de comprarlo?... Bah, siendo honestos, todos te engañan antes... pero que te muestren un par de tetas gigantes para después ver que el juego es un arcade de disparos común y corriente, es poco menos que una hijoputez.

Las reviews de juegos en aquel momento venían de la mano de las revistas especializadas españolas, léase Microhobby y Micromanía... acostumbradas ambas a calificar el software español como poco menos que maravilloso, cuando en realidad muchos de ellos eran un bodrio sin sentido.

El caso que nos ocupa hoy es este Game Over... “Contra la tiranía de Gremla”, rezaba el título de la preview a la cual Microhobby tuvo el alto honor de adquirir.

Unos gráficos decentes te invitan a jugar siempre, pero partamos de la base que si bien el decorado está lindo, tampoco es para volverse loco con los diseños. Game Over es el típico arcade frenético en el cual debemos correr –obligadamente- hacia la derecha disparando a mansalva... ni un mínimo de sentido de la estrategia debemos utilizar, sólo machacar la barra espaciadora sin piedad. Sentido de la orientación?... Para qué...?... Aquí no hay mapas que valgan la pena señores, todo es lineal y predecible. Lo de “arcade frenético” viene bien, pero la escasa jugabilidad es sorprendente... enemigos que salen por todos lados, disparos que vienen de todos sectores y que son imposibles de esquivar, y una energía que se consume demasiado rápido hacen que el juego se convierta en un imposible. El movimiento es un punto a favor, rápido y preciso, pero el personaje pareciera que sufre de parálisis completa, ya que a duras penas podremos ver como mueve sus piernecitas o brazitos -tal vez un cuadrado blanco reemplazándolo hubiera sido más acorde-, o mejor aún, si al personaje le hubieran puesto una silla de ruedas seguro quedaba más interesante.

La primera carga –típica costumbre española, o Dinamiquera al menos- se compone de una estructura metálica por un par de pantallas y luego una zona selvática. Los enemigos salen de la nada, pareciera que nacen de las estructuras que están conectadas con escaleras. También las naves espaciales enemigas nos acecharán, pero increíblemente con un simple disparo de nuestra arma de mano podremos destruirlas, vaya potencia que tenemos!!!...

Hay dos cosas tremendamente frustrantes en el juego: como dije antes, los disparos vienen de todos lados. Saltar para evitarlos tiene un efecto contraproducente... a lo mejor esquivamos el disparo enemigo, pero mientas estamos en el aire y mientras vamos aterrizando, un nuevo enemigo nace “de la nada” y probablemente aterricemos sobre él, perdiendo, claro está, un montón de energía.
De todas formas existen ayudas en el juego... ALELUIAAA!!!... AYUDAS!!... Si, cada tanto nos vamos a encontrar con unos barriles color rojo, que si les disparamos, podremos obtener diversos items –por diversos, entiendansé 4-: Un corazón volador que nos repondrá toda la energía... o bien granadas de poco poder expansivo... o un Power Up que aumentará el poder de disparo (realmente lo aumenta?) y si seguimos con suerte, un escudo temporario para protejernos de los enemigos...
Hay un item más... y aquí viene lo segundo frustrante... una especie de bomba mal dibujada que al entrar en contacto con ella, perderemos una valiosa vida... pero claro!... si la estamos viendo, para qué tocarla?... La saltamos y listo, pero... no señores!!... el salto no sirve, aunque lo intentemos mil veces siempre tocaremos el artefacto que hace caboom!, así que el truquito está en destruír el barril luego de haberlo dejado atrás, desde la derecha del mismo, para ver qué contiene. Ay Dinamic!...

Al finalizar la primera carga, luego de haber matado al segundo Boss (tres robots saltarines), tendremos acceso a la clave para jugar la segunda carga (mal llamada Game Over 2). En esta segunda parte nos adentraremos en la fortaleza, nuevamente evitando disparos y algún que otro nuevo enemigo, como los robots o unos bichos verdes voladores. Para variar un poco más las cosas, en lugar de granadas tendremos unos “arcos” con gran alcance de disparo y que atraviesan todo a su camino.

El juego entretiene un rato, pero teniendo en cuenta cómo se lo vendió al mismo, no satisface por completo.

Diferencias entre versiones:
Game Over salió para todos los formatos de 8 bits, y también hubo versión PC y Atari. Las mejores fueron la de Spectrum y MSX. Lamentablemente, los sufridos usuarios de MSX tuvimos que conformarnos –una vez más- con una copia exacta de la versión Spectrum. Ganamos con el tema del sonido, obviamente.



Versión Spectrum


Versión MSX


La de Amstrad... bueno, sus gráficos ladrilleros son de sobra conocidos por todos... pierden mucha definición. La versión Commodore se me antoja como un juego distinto. Aquí la acción se desarrolla de manera muchísimo más lenta y los gráficos cumplen su objetivo, aunque el ambiente no pareciera tan futurista como debiera.


Versión Amstrad


Versión Commodore


Un detalle a favor de MSX y que para mi fue un error en el traspaso de la versión Spectrum, es que cuando nos matan seguimos en la misma pantalla, mientras que en las demás versiones tendremos que recomenzar. Tras que no es difícil el juego, volver a empezar todo es de locos. Una ultima aclaración para los jugadores: si antes de llegar a el Boss final de la primera carga no disponemos de al menos 2 vidas, ni piensen siquiera que podrán derrotar a esos robots del orto, recomiencen el juego. Evitar sus disparos mientras al mismo tiempo atacamos es una tarea imposible y nos consumirá al menos una de nuestras vidas.

Calificación clásica: (versión MSX)

Gráficos: 8
Sonido: 6
Movimientos: 7
Dificultad: 9
Jugabilidad: 7
Adicción: 6


Media: 7.16

Calificación vernácula: 2 Silvio Soldán de 5.